Pienso que cada persona es feliz a su manera y a todo el mundo no le hace feliz lo mismo. La juventud de hoy en día no es tan feliz, ya que los niños de ahora tienen más problemas que los niños de antes, en el sentido de faltas de respeto (educación) y en cuestiones sentimentales. Los niños de ahora están acostumbrados a que se lo den todo hecho y no lograrlo por sí mismos. Les cuesta reflexionar y pararse a pensar unos segundos en lo que tienen, lo que son, les cuesta agradecer, valorarse e, incluso, aceptarse. La felicidad no es algo que se compra, ni tampoco te la regala nadie, hay que conseguirla, descubrirla, y para ello hay que saber lo que nos gusta y lo que queremos, o quiénes nos hacen felices. Antes los niños jugaban en la calle y pasaban mucho tiempo hablando con sus amigos, ahora tenemos una pequeña barrera delante de los ojos que es el móvil: nos hemos vuelto adictos. Cuando quedamos con amigos a veces los escuchamos pero seguimos mirando el móvil, a ver
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